Un papelón. Así de simple y directo. Rosario Central fue una lágrima en el Ducó y perdió 2 a 0 con un Huracán, al que le alcanzó con el primer tiempo para definir un partido. Los goles de Pussetto y de De La Fuente le dieron el triunfo al Globo.
El Canalla llegaba en alza tras el triunfazo ante Newell’s y con pequeños retoques en la formación inicial. Sin embargo, como ya es costumbre cuando el equipo juega de visitante, fue superado ampliamente por el rival.
No hubo puntos altos y, por muchos momentos, se vio un equipo apático, con ritmo cansino, sin ideas. Sin exagerar, tirado en la cancha.
Huracán, que venía de capa caída y flojo rendimiento en el torneo, hizo lo que quiso en el primer tiempo. Con un juego muy fluido y asosiaciones interesantes del medio hacia arriba.
En cuestión de 10 minutos, liquidó el partido con dos golazos por las jugadas previas. Primero fue Pussetto con una media vuelta y definición exquisita, luego De La Fuente de cachetada ante el intento de achique de Broun.
El segundo tiempo estuvo demás. A pesar de las leves insinuaciones de Central en el arranque del complemento, quedó en la nada. El equipo de Russo, literalmente, no pateó al arco.
La imagen dejada en el Ducó fue lamentable, de las peores del ciclo de Miguel y sin dudas pudo haber sido la peor actuación en condición de visitante.
Si bien queda mucho camino en la Copa de La Liga, urge encontrar la vuelta cuando el equipo sale del Gigante, una fortaleza allí, pero un equipo muy tétrico fuera de casa. En el horizote asoma Vélez, una durísima parada en Liniers. No hay otra opción, el campeón debe recuperar la memoria y ganar será una obligación.